En recuerdo de nuestra amiga y compañera María José EN

Querida María José,

la enfermedad ha querido que no tuvieras que enfrentarte a ese momento que tanto temías. Al de la jubilación, al de dejar ese trabajo como investigadora que te apasionaba; que junto con la familia y la amistad era uno de los pilares de tu vida. Ya no podremos disfrutar juntos de ese privilegio del que éramos tan conscientes, formado por la combinación de una profunda amistad y una maravillosa actividad laboral.

Una de las últimas lecturas que teníamos encima de nuestra mesa de trabajo trata sobre los estados emocionales en las organizaciones. Sin duda, el de la nuestra ha sufrido un serio revés. El Consejo, al que dedicaste tu vida laboral, primero en Biológicas, luego en el CINDOC, y ahora en este nuevo proyecto del CCHS en el que tanta ilusión habíamos depositado, acumula otro vacío en su haber. Quienes hemos tenido la suerte de tenerte a nuestro lado seguiremos adelante, con alegría, con modestia y con agradecimiento, como tu nos has enseñado.